PROYECTO DE INVESTIGACIÓN: DE LA DOMINACIÓN MASCULINA AL EJERCICIO DE LA EQUIDAD. CÓMO ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN BOLIVIA
La violencia contra las
mujeres en Bolivia es un fenómeno casi imparable. El número de casos está entre
los más altos de América Latina y se reproduce cada año en medio de la
impunidad y la imposibilidad de ejecutar acciones concretas para erradicarla,
pues aparece de un momento a otro con nuevas situaciones dramáticas, más
huérfanos, surge la violencia en todo tipo de clases sociales y cuando uno
menos lo espera.
Todas las regiones de Bolivia están afectadas, pero sobre todo el problema afecta a las ciudades de El Alto, La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Oruro, Potosí, Trinidad y Sucre. En el área rural también explosionan muchos casos, aunque muy pocos salen a la luz y rara vez son difundidos por los medios de comunicación. Entre el silencio, la manipulación de las leyes y la desidia de la policía, las mujeres han ingresado en un terreno deleznable donde casi nadie es capaz de protegerlas. Lo peor de todo es que son las familias, de los victimadores en unos casos y las familias de las víctimas en otros, los escenarios más oscuros donde se reproduce la violencia.
Este proyecto de investigación © busca afrontar esta terrible tortura para contribuir desde la teoría de los derechos humanos. Se proponen tres objetivos:
a) Evaluar la implementación de la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, 348, en el periodo 2013-2022, tanto desde el enfoque de las políticas de equidad de género, como desde el análisis de las principales acciones judiciales, policiales y defensoriales para reducir los casos de violencia en las nueve capitales de Bolivia.
b) Identificar los factores de violencia estructural más relevantes contra las mujeres que tienen lugar en los ámbitos familiar, laboral y estatales, los cuales evitan una protección eficaz y distorsionan los mecanismos de prevención.
c) Plantear y socializar un modelo sistémico de erradicación de la violencia, sobre la base de políticas educativas, con la finalidad de reorientar algunas características de las identidades colectivas que construyen la masculinidad y feminidad.
Problemas a investigar
¿Qué papel juegan las instituciones sociales como la familia, economía, educación y la política para generar las condiciones que promueven una “crisis de la identidad masculina”, la cual se convierte en un reproductor de la violencia en contra de las mujeres en el periodo 2013-2022? ¿Por qué se incrementaron los casos de feminicidio y cómo la violencia estructural e interpersonal se combinan para estimular algunos factores que muestran el fracaso relativo de las políticas de género en Bolivia?
Relevancia
Esta propuesta es relevante para las políticas públicas en Bolivia porque permitirá una evaluación retrospectiva de la violencia estructural contra las mujeres en el periodo histórico 2013-2022, además de identificar algunos indicadores predictivos y un planteamiento de eliminación de la violencia, por medio de una necesaria reorientación de las identidades colectivas sobre la masculinidad y la feminidad.
El debate es crucial porque existe una contradicción entre la evolución de los sistemas democráticos, con su correspondiente aumento en las libertades políticas y el ejercicio de todo tipo de derechos, frente a la perdurabilidad del patriarcalismo que menosprecia a las mujeres, fomentando el recrudecimiento de la violencia. Lo que se sabe con claridad es que la independencia económica de las mujeres, junto con el aumento de sus posibilidades de educación, hacen que la esfera doméstica deje de ser el escenario por antonomasia para el desarrollo de las mujeres.
Una laguna de conocimiento que vale la pena reflexionar, se expresa en cómo la cultura doméstica de las familias, escuelas y universidades todavía transmiten estereotipos conservadores para convertir a las mujeres en sujetos que están a merced de la dominación masculina y bajo la doble moral de las instituciones estatales donde tiende a normalizarse la violencia doméstica, el acoso laboral, los feminicidios y la retardación de justicia. Los feminicidios quedan atrapados en las fiscalías e investigaciones policiales donde varios prejuicios en contra del feminismo, revictimizan constantemente a las mujeres.
Innovación
Esta investigación tratará de innovar al estudiar cómo las mujeres que fueron sometidas a diferentes vejaciones e inclusive asesinadas, denunciaron a las instancias judiciales el riesgo que corrían, pero no sufrieron ningún tipo de ayuda oportuna. Lo mismo ocurre con las víctimas que sobrevivieron y tuvieron una protección endeble después de los actos violentos.
Esta propuesta parte de la hipótesis donde se afirma que el aumento de la violencia contra las mujeres en las esferas domésticas y laborales tiene su origen en una “crisis de la identidad masculina” que se siente amenazada y, en consecuencia, se resiste a aceptar los costos económicos, políticos e individuales que implica el reconocimiento de derechos equitativos para las mujeres.
En un sistema democrático, la ampliación de los derechos sociales y las políticas de equidad de género han creado una frustración socio-ideológica en la identidad de la dominación masculina, la cual, más allá de las profesiones, oficios y clases sociales, se estrella con violencia hacia las mujeres, haciendo fracasar las políticas de género y reforzando los patrones autoritarios de la violencia estructural en los ámbitos familiares, sociales, económicos y políticos de las nueve capitales de Bolivia. Asimismo, se realizará un análisis de política y legislación comparadas en materia de erradicación de la violencia entre Bolivia, Argentina, Paraguay, Uruguay, Perú, Chile y Brasil.
Metodología
La Fiscalía Especializada en Razón de Género y Delitos Sexuales de Bolivia, solicitó al Gobierno en mayo de 2021 que pueda emitirse una declaratoria de “emergencia nacional”, debido al aumento inusitado de los casos de violencia íntima de pareja y feminicidios. Este panorama exige que la investigación proponga un enfoque sistémico y el análisis de la violencia estructural como explicación multicausal para comprender cómo las fuentes de la violencia se expanden desde la familia, pasando por los grupos de referencia, el sistema de instituciones estatales, el mercado laboral y, finalmente, las identidades psico-sociológicas de las mujeres y los hombres.
La cultura democrática y las políticas de equidad de género crearon una profunda crisis de identidad en los patrones de la masculinidad. Dicha crisis evita la destrucción de las formas de dominio masculino por medio de acciones violentas y un discurso que sutilmente continúa siendo estimulado desde múltiples ámbitos sociales.
El diseño metodológico tendrá tres ámbitos. Primero, el estudio en las nueve capitales de departamento de Bolivia sobre cómo las familias de clase media y popular, así como las escuelas primarias, difunden estereotipos sobre las “funciones adecuadas” para las mujeres que serían una prolongación de las funciones domésticas: enseñanza, cuidados, servicio. El instrumento de recolección de información será la aplicación de una encuesta en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y el Alto, además de grupos focales y entrevistas en profundidad en hogares, con el objetivo de resaltar factores de riesgo de violencia.
El segundo ámbito es el análisis de las relaciones de autoridad en los ámbitos judiciales y policiales donde podría apreciarse que una mujer “no puede tener autoridad” sobre algunos hombres y, por el contrario, se encuentra arrinconada hacia funciones subordinadas de “asistencia”. El instrumento son las entrevistas en profundidad con abogadas de la Fiscalía y oficiales de policía, así como la realización de grupos focales.
El tercer eje metodológico será el estudio de los estigmas por medio de los cuales, el hombre tendría el monopolio de la manipulación de los objetos de la tecnología y las máquinas. El instrumento son los grupos focales con mujeres jóvenes de colegio donde se les hizo interiorizar la visión dominante: “se ven incómodas dando órdenes a los hombres”, o trabajando en un oficio típicamente masculino. El instrumento serán entrevistas en profundidad con mujeres de último año de bachillerato en colegios públicos y privados.
Resultados e impacto previsto
Esta propuesta impactará en la formación de una opinión pública debidamente responsable y bien informada para erradicar la violencia. Además, existe la posibilidad de replicar los resultados para un impacto duradero en los gobiernos central, departamental y municipal de Bolivia.
En la medida en que el enfoque de esta investigación prevé un abordaje estructural de la violencia contra las mujeres, se asume que los factores causales de la misma se concentran en los ámbitos familiares donde el estrés económico por la falta de fuentes de ingreso y ámbitos laborales equitativos para las mujeres, se combinan con patrones de conducta y visiones ideológicas de la masculinidad que someten y, en muchos casos, injustamente, obstaculizan los resultados positivos de las políticas de género para que las mujeres puedan tener una vida sin violencia.
El trabajo de los SLIM y las Defensorías en los ámbitos departamental y municipal fue importante los últimos 20 años, pero, desafortunadamente, estas instituciones no poseen una capacidad de “impacto en red” para coordinar acciones más eficientes con el sistema judicial y las Fuerzas Especiales de Lucha Contra la Violencia de la policía. Prevenir la violencia doméstica y el acoso sexual aún es una declaración discursiva y tampoco se ha logrado un impacto real en el sistema educativo.
Asimismo, los resultados de esta investigación buscan la reorientación de los valores y pautas de acción de la masculinidad que debe reconocer una mayor equidad de género, junto con la apertura de mejores oportunidades de educación y trabajo para las mujeres. La escalabilidad podrá alcanzarse a partir del modelo ADKAR (Awarness o Consciencia, Desire o Deseo, Knowledge o Conocimiento, Ability o Aptitud y Reinforcement o Refuerzo), con el fin de lograr un cambio individual en la conducta violenta de la masculinidad. Lograr una consciencia lúcida se liga con una acción estatal que tenga la fuerza para profundizar cambios profundos.
Esta propuesta considera que el Estado y las instituciones más representativa de la sociedad civil, deben aplicar políticas de “cero tolerancia” hacia la violencia para tener un impacto de largo plazo. Asimismo, los resultados previstos también abordarán varios aspectos sobre la crisis de las familias donde se han suscitado actos violentos durante la pandemia del Covid-19, de manera que se estimule la necesidad de una renovación ética y humanitaria.
Es el cuerpo de las mujeres el escenario de la batalla y la pugna por imponer prejuicios y estereotipos. Hay que romper toda ideología sobre la virginidad y dar a las mujeres un derecho pleno para disponer como quieran de sus cuerpos.
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